En el desarrollo de inteligencia artificial, existen distintos modelos de innovación tecnológica. El modelo basado en eficiencia de recursos, como Deepseek en China, se enfoca en utilizar infraestructura más económica, como chips de menor costo, algoritmos optimizados y procesos menos demandantes en energía o hardware. Prioriza la accesibilidad, el ingenio técnico y la reducción de dependencia en grandes inversiones de capital.
Por otro lado, el modelo basado en inversión masiva de capital, como el que siguen grandes tecnológicas de EEUU como OpenAI o Google DeepMind, se apoya en infraestructura altamente costosa, como supercomputadoras y chips de alta gama, lo que les permite entrenar modelos muy complejos a gran escala. Este enfoque apuesta por el poder bruto de cómputo.